Con motivo de San Valentín, el Día de la Madre y otras fechas señaladas, enviar caja de bombones a domicilio y regalar otros productos chocolateros es casi una tradición en los países occidentales. A diferencia de otros dulces y pasteles, este derivado de las semillas de cacao está cargado de simbolismos y propiedades benéficas para la salud.

A diferencia del perfume, la moda o el último best-seller, el chocolate es un regalo con significado: demuestra desde amistad hasta amor y agradecimiento, entre otros sentimientos positivos. De ahí que este obsequio sea bien recibido en cualquier ocasión, aunque ciertas ocasiones son más apropiadas que otras (un aniversario frente al amigo invisible que organizan las empresas, por ejemplo).

Los regalos basados en chocolate se distinguen por su atractivo y singularidad. En reposterías y otros establecimientos dedicados, se comercializan estuches, lotes y cestas muy creativas, tanto en diseño como en contenido. No resulta difícil adaptar este obsequio a la personalidad y los gustos de su destinatario.

El chocolate estimula la producción de endorfinas, serotonina y otras hormonas relacionadas con la felicidad y el bienestar. Por tanto, es un regalo excelente para personas que atraviesan un momento difícil o han recibido un varapalo emocional.

Además, los bombones y otras elaboraciones chocolateras actúan como mensajeros indirectos. Cuando se necesita comunicar sentimientos de afecto o de amor hacia otra persona, el chocolate es un poderoso aliado. Por si fuera poco, su consumo libera en el organismo un aminoácido esencial llamado feniletilalanina, que produce una sensación de euforia similar al enamoramiento.

Aunque forma parte de los dulces y aperitivos, el chocolate ha sido catalogado como un superfood por sus múltiples beneficios para la salud humana: combate los radicales libres, elimina el colesterol «malo», fortalece el sistema nervioso, etcétera. Y es que este alimento es sinónimo de salud y bienestar.

por lola