El patrimonio natural de las Islas Atlánticas está fuertemente protegido por medidas que limitan su aforo diario y regulan el acceso general del público turista. Al informarse sobre las islas cíes autorización xunta, algunos viajeros pueden sentirse desalentados, pero en realidad se trata de un trámite sencillo y rápido, necesario para reservar billete en cualquiera de las navieras que comunican este parque nacional con los puertos de Vigo, Portonovo, Bueu o Sanxenxo.
Además de reservar con antelación y de obtener una autorización en la Xunta de Galicia, los turistas deben incluir en su maleta la ropa y el calzado más adecuado. En caso de visitar el parque durante la temporada alta, se recomienda escoger prendas ligeras y transpirables, sin olvidar al menos un abrigo o un chubasquero. Aunque escasas, el clima atlántico asegura precipitaciones en verano.
Las botas de senderismo, ya sean de caña baja, media o alta, son las más indicadas para recorrer archipiélagos como Ons, Sálvora o Cíes, especialmente si se proyecta hacer sus travesías de trekking: Ruta del Alto do Príncipe, Ruta do Castelo, Ruta Norte, Ruta del Faro do Peito, etcétera. No obstante, un par de sandalias o chanclas será bienvenido en el equipaje para el resto de actividades.
Respecto a la alimentación, solo representa un problema en los archipiélagos de Sálvora y Cortegada, por la ausencia de establecimientos hostelero en sus islas. Antes de embarcar hacia ellas, es aconsejable incluir snacks, bebidas y otros aperitivos en la mochila, para calmar el hambre durante la excursión.
Esta medida de precaución, en cambio, no es necesaria en las islas Cíes, pues acogen nada menos que cuatro bares y restaurantes (Rodas, Serafín, Camping Islas Cíes y Bocatería Begoña). Tampoco es preciso si se planea desembarcar en Ons, que cuenta con el restaurante Casa Acuña.
Las bolsas de basura no deben faltar en esta lista de imprescindibles para visitar las Islas Atlánticas. En estos destinos no hay papeleras ni contenedores de basura, por lo que cada visitante debe responsabilizarse de sus propios desechos.